El trasiego es una decantación que constiste en el trasvase del vino bien de un deposito a otro, de un deposito a barrica o viceversa, o entre barricas,  para separar las partes sólidas del vino que se han depositado en el fondo (lías producidas en la fermentación) y que podrían dar lugar a sabores indeseables en los vinos jóvenes por ejemplo.

El trasiego del vino se puede hacer durante todas las etapas: tras la fermentación alcohólica que se le llama "sangrado", después de la fermentación maloláctica, que se hace principalmente para separar el vino de las partes solidas o los posteriores trasiegos, que pueden ser a barrica para los vinos destinados a crianzas y reservas o bien a otros depósitos para hacer coupages con otros vinos y destinarlos a vinos jóvenes.

El vino se trasiega cuando lo necesita y ahí interviene el saber hacer del Técnico de bodega. Los vinos que están en barricas se trasiegan normalmente cada 6 meses aproximadamente. En estos se realiza mediante un tubo de inmersión introducido por la parte superior cuando la barrica se encuentra con la piqueta hacia arriba.

El trasiego es sin duda uno de los cuidados más importantes que necesita un vino.