LAGRIMAS DE VINO
Las vemos recorrer la copa tras tomar un sorbo o agitarla, se las llama “piernas” en Inglaterra o “ventanas góticas” en Alemania. Las lágrimas del vino se originan porque el alcohol es más volátil que el agua y se produce una diferencia de densidad en la copa.
Tienen relación directa con el contenido alcohólico del vino que estamos tomando, principalmente con el etanol (alcohol etílico) que influye en que las lágrimas sean más o menos persistentes y el glicerol, otro tipo de alcohol que da cuerpo y suavidad al vino.
Cuando la lágrima es densa y de caída lenta nos indicará que es un vino untuoso y con un grado de alcohol importante.
Como norma general cuanto mayor el grado del vino más untuosidad tendrán las lágrimas aunque esto se puede ver afectado por ejemplo si en la copa de vino quedan restos de detergente o está sucia o si existe una diferencia considerable de temperatura entre el vino y la copa.
Así pues, las lágrimas son un valor importante a tener en cuenta cuando catamos o degustamos un vino, ya que nos indican la textura y densidad de nuestro vino y nos acercan a sus propiedades organolépticas.