
VINO-LA CUOTA DE LOS ANGELES
Como pasa con los espirituosos, los ángeles también beben vino.
Los vinos que se añejan en barricas de roble sufren una merma, pequeña de entre un 2% o 3%, debido a un curioso proceso químico en el que un volumen de alcohol en estado líquido pasa a estado gaseoso.
En tiempos del oscurantismo, no sabían cómo explicar esta pérdida de líquido de las barricas y culpaban a los ángeles de dicha desaparición, nombrando a esta merma de vino “la cuota de los ángeles”.
Debido a la propia porosidad de la barrica se produce una evaporación del vino. Esta evaporación ayuda a que haya una mayor concentración de alcoholes pesados (glicerol e isopropanol, principalmente), lo que genera un aumento en el cuerpo o densidad del vino.